Situaciones de acoso en las redes sociales. ¿Cómo se generan?
Una de las características principales del ciberacoso es que se puede presentar en cualquier momento y en cualquier lugar, ya que los canales de comunicación siempre están abiertos. Muchas veces los inicios de este acoso surgen en el colegio, y este acaba trasladándose a las redes sociales con una facilidad que aumenta cada vez más gracias a la facilidad con la que acceden los menores a Internet.
Para hablar en sentido estricto de ciberacoso se debe dar una agresión repetitiva y no un hecho puntual. Puede evidenciarse ciertas jerarquías de poder o prestigio social del acosador respecto de su víctima. El impacto y recorrido de este tipo de acciones es difícil de medir y cuantificar. El medio para agredir es de naturaleza tecnológica y muy diversos. Es habitual el contacto previo entre victima y agresor en los espacios físicos.
Condiciones proclives de un acoso escolar. ¿Las hay?
Si bien si existen ciertos factores de riesgo que ahora mencionaré, es importante tener presente que no existen personas, situaciones o circunstancias que, de por sí, estén predestinadas a verse implicadas con el cyberbullying, sino que lo que existen son un conjunto de factores de implicación.
Así, algunas de las situaciones o características que nos pueden hacer sospechar de una posible actuación como agresor son:
Haberse hecho pasar por otra persona en el móvil o Internet.
Mostrar fotos o vídeos que considera graciosos, aunque sean humillantes o desagradables para el protagonista.
Haber intimidado o acosado a algún de sus compañeros en la escuela.
Justificar situaciones de cyberbullying protagonizado por otros.
Usar el móvil en el centro escolar
Mostrar actitudes de prepotencia, de abuso de poder y de falta de respeto de sus iguales.
Normalizar el uso de la violencia y abuso de poder, utilizando expresiones como “son bromas”.
Algunas de las situaciones o características que nos pueden hacer sospechar de una posible actuación como víctima son:
Dar la contraseña de algún correo o programa de Internet a algún amigo.
Utilizar la misma contraseña para varias páginas.
Dar o colgar datos personales en Internet.
Pensar que Internet es un sitio seguro.
Ser o haber sido víctima de bullying tradicional en la escuela.
Haber intercambiado fotos o vídeos personales con otras personas que ha conocido por Internet.
¿Hay un aumento de los casos de acoso escolar en estos últimos años?
El acoso en las escuelas españolas ha aumentado a un ritmo de entre el 20 y el 22 por ciento anual en los últimos diez años, aunque "no existe consenso" sobre el porcentaje de alumnos afectados por esta situación, que oscila entre el 3,8 y el 10 por ciento, según un estudio de la ONG Aldeas Infantiles SOS. Dentro de este ritmo de crecimiento de acoso, el cyberbullying tiene cada vez más peso.
¿Qué medidas pueden tomar los padres para evitar situaciones de acoso escolar y de cyberbullying?
Como medida general, es muy importante trabajar la toma de conciencia sobre la gravedad de las conductas de acoso y ciberacoso y sobre su naturaleza de violencia entre pares, así como sobre sus consecuencias en el desarrollo de la personalidad y bienestar de los menores de edad.
En particular, destacaría generar una comunicación fluida con el/la hijo/a y no basada únicamente en lo académico, una comunicación continua con el centro, hablar del maltrato escolar en general, hacerles sentir confianza, establecer unas normas de convivencia claras, que conozcan sus derechos y sus deberes y ayudar a decir “no”.
Por otro lado, es importante promover los vínculos afectivos y la educación no violenta en el hogar, a través de una parentalidad positiva. También, es necesario crear entre las familias una educación en ciudadanía digital que vaya más allá del conocimiento de estas tecnologías y la prevención de peligros online.
Hablen con él/ella sobre las preocupaciones y sobre su vida en el día a día en el colegio.
Hablen sobre cómo resolver sus problemas.
Fomenten su autoestima. Esforzarse para que su hijo se sienta muy valorado y querido, que tenga una visión sana de sí mismo/a y acepte sus defectos de manera realista.
Enseñen que existen límites, que no se pueden traspasar y que los actos violentos tienen consecuencias para quien los hace.
Si su hijo muestra actitudes violentas para conseguir algún fin, corrígele.
Indica a su hijo que, si existe una situación de violencia en el centro escolar, ha de ser solidario, ayúdale a ser empático y ponerse en el lugar de la víctima.
Como enfrentar una situación de cyberacoso por parte de padres y víctima. Pautas a seguir.
En relación a la víctima, es importante darle las siguientes pautas
1. Pide ayuda a tu padre o madre o en su defecto a una persona adulta de confianza.
2. Nunca respondas a las provocaciones. Hacerlo no te ayuda en nada y sin embargo es un estímulo para quienes te victimizan.
3. No hagas presunciones. Puede que las circunstancias o las personas implicadas no sean como aparentan.
4.Trata de evitar aquellos lugares en los que eres agredido en la medida de lo posible hasta que la situación se vaya clarificando. En el caso de las redes sociales será difícil, en caso de llegar por el teléfono móvil puedes probar cambiando de número.
5. Protege tu privacidad:
Confirma que no tengas softwares maliciosos en el ordenador.
Cambia periódicamente las claves de acceso.
Revisa y reduce la lista de contactos agregados a las redes sociales para aquellos más conocidos.
Elimina aquella información de las redes sociales que creas que pueden ser utilizadas para hacerte daño.
6. Durante todo el tiempo, guarda las pruebas del acoso porque pueden serte de ayuda.
7. Trata de hacer saber a quienes te acosan que lo que están haciendo te molesta y pídeles sin agresividad que dejen de hacerlo.
8. Si el acoso persiste, de nuevo, si te es posible, trata de hacerles saber que lo que están haciendo es perseguible por la ley.
9. Si a pesar de ello continúa, debes hacer constar que estás en disposición de presentar una denuncia porque cuentas con pruebas suficientes.
10. Llegados a este punto, si la situación de acoso no ha cesado toma medidas legales.
En relación a los padres, es importante dar las siguientes pautas:
1. En primer lugar, si se tiene sospechas de que el niño/a está en una situación de cyberbullying, el primer paso es proteger al pequeño y actuar de forma rápida, no solo para proteger a los hijos, sino porque habitualmente no será la uncia víctima.
2. Recabar pruebas como capturas de pantalla y material que confirme este hostigamiento para acudir a las autoridades pertinentes y denunciar la situación.
3. Hablar con su hijo de la situación:
Evita que el menor se sienta culpable por la situación.
Muestra plena disposición a ayudarle a resolver el problema.
Haz preguntas abiertas para tratar de averiguar lo que ha sucedido y quién es el presunto acosador. Se puede acudir también a los amigos del hijo para que ellos aporten su parte de la historia.
Propón una respuesta eficaz a la situación y cuenta con su cooperación para llevarlo a cabo.
¿Existen perfiles de acosador/acosado?
En relación a los acosadores suelen presentar un perfil psicológico común en muchos casos:
Necesidad de dominar y controlar a los demás.
Temperamento explosivo e impulsivo.
Disfrutan y se sienten estimulados por la violencia.
Falta de empatía.
Poca capacidad de autocrítica y baja tolerancia a la frustración.
Intolerantes frente a las diferencias.
Pensamiento rígido.
Desafían las normas.
Manipuladores.
En el caso de las victimas no encontramos un perfil tan recalcado con el los agresores ya que constituyen un grupo muy variado y heterogéneo que por desgracia cualquier alumno puede convertirse en blanco de las burlas de un grupo de agresores, muchas veces sin otro motivo que el puro azar. No obstante, existen algunos factores que multiplican las posibilidades de sufrir acoso:
Sufrir alguna discapacidad física o psíquica.
Tener algún tipo de trastorno del aprendizaje, especialmente los relacionados con el lenguaje oral por ser muy evidentes y fácil objeto de burlas.
Haber padecido acoso escolar con anterioridad.
Pertenecer a un grupo étnico, religioso, cultural o de orientación sexual minoritario.
Además, una vez comenzado el acoso, el tener una personalidad introvertida o reservada o una mala comunicación con padres o profesores dificulta que los chicos denuncien las situaciones a tiempo, con el consiguiente peligro de que el acoso vaya más, agravándose sus consecuencias y complicando su resolución.
Consecuencias de sufrir acoso escolar o cyberbullying
Sea cual sea el tipo de bullying, la victima suele sufrir problemas y consecuencias psicológicas. Los niños pueden experimentar un gran pánico y evitar acudir al centro educativo para no toparse con su acosador.
Fundamentalmente las consecuencias negativas para la víctima de acoso escolar son: Estrés patológico, depresión, sentimiento de culpa, baja autoestima y autoconcepto negativo, bajo rendimiento académico y fracaso escolar, ataques de pánico, insomnio, ansiedad extrema, mala reputación y baja popularidad, aislamiento social, problemas en sus relaciones sociales e incluso llegar a ideación suicida.
¿Hay un mal uso de las nuevas tecnologías por parte de los jóvenes de hoy en día? Consecuencias sobre el cyberbullying.
Por regla general, los jóvenes suelen dar un mal uso de las nuevas tecnologías y por supuesto esto está relacionado con el acoso como he ido comentando anteriormente.
Cada vez acceden a las nuevas tecnologías antes, sin un conocimiento suficiente sobre él. La ignorancia muchas veces del funcionamiento de Internet y de las consecuencias que puede tener subir una simple foto hace que tantos acosadores como acosados no sepan a lo que se están enfrentando cuando realizan estos actos. Es por ello, que considero muy importante en primer lugar establecer unos criterios de edad para empezar a utilizar los dispositivos por parte de los padres y para acceder a diferentes contenidos y servicios y, en segundo lugar, una vez se inmersos en el mundo de las nuevas tecnologías, enseñar a los menores en el buen uso de esta.
Referencias Bibliográficas
Calmaestra, J., Escorial, A., García, P., Del moral, C., Perazzo, C., & Ubrich, T. (2016). Yo a eso no juego. Bullying y cyberbullying en la infancia. Save the childrem españa.
EMICI. (2010). Protocolo de actuación escolar ante el cyberbullying.
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