Marta Cordero psicóloga

3 de jun de 20192 min.

Evaluación de los trastornos de la alimentación

Actualizado: 22 de dic de 2020

A lo largo de la historia de la evaluación, se han ido desarrollando diferentes pruebas para evaluar los trastornos de la alimentación. En su mayoría son presentados como autoinformes e indagan, sobre todo, en los patrones de ingesta, las conductas compensatorias, las alteraciones en la imagen corporal y la exploración física.

A la hora de evaluar este tipo de cuadros es importante tener en cuenta la tendencia a minimizar y negar el problema en este tipo de pacientes, lo que puede dificultar la evaluación.

En relación a los posibles métodos de evaluación de trastornos de la alimentación es relevante destacar las siguientes pruebas:

-Inventario de Trastornos de la Conducta Alimentaria (EDI-2)

Se trata de un inventario autoadministrado, aplicable a partir de los 11 años de edad. Está compuesto por 91 elementos que reflejan síntomas asociados a la anorexia y la bulimia nerviosa valorados en una escala tipo Likert de 0-3.

Consta de 11 escalas donde las tres primeras tienen un carácter primario en la evaluación y las tres últimas fueron añadidas en las últimas versiones realizadas.

Las Escalas evaluadas por este inventario son:

  • Obsesión por la delgadez.

  • Bulimia.

  • Insatisfacción corporal.

  • Ineficacia.

  • Perfeccionismo.

  • Desconfianza interpersonal.

  • Conciencia interoceptiva.

  • Miedo a la madurez.

  • Ascetismo.

  • Impulsividad

  • Inseguridad social.

En relación a la población comunitaria general, el EDI-2 puede ser útil para:

  • Detectar población en posible riesgo de desarrollo de un trastorno de la conducta alimentaria.

  • Investigar las conductas alimentarias y las actitudes hacia ellas.

En población clínica, el EDI-2 sirve para:

  • Conocer actitudes y síntomas para la planificación de la intervención.

  • Evaluar la eficacia del tratamiento.

-Eating Attitudes Test (EAT)

El EAT es una prueba que tiene como objetivo la evaluación de las actitudes ante la comida de cara a identificar posibles comportamientos de riesgo de anorexia.

Formado por 40 items con una escala de seis puntos, se estima el punto de corte para el diagnóstico de anorexia en 30-

Posee tres factores a evaluar: Hacer dieta, Bulimia y control oral.

-Bulimic Investigatory Test Edimburgh (BITE)

El BITE es una autoinforme que evalúa la presencia y la severidad de sintomatología bulímica y/o episodios de atracón. Puede emplearse como instrumento de exploración o como medida de respuesta al tratamiento.

Está formado por 33 items de respuesta SI/NO.

Se compone de dos subescalas:

  • Subescala de síntomas: La puntuación máxima en esta escala es de 30, considerándose un patrón de ingesta altamente desorganizado y con presencia de atracones una puntuación de 20 o más.

  • Subescala de severidad: Evalúa la gravedad de las conductas de ingesta y purga en cuanto a su frecuencia. Las puntuaciones iguales o superiores a 10 puntos se consideran de alta gravedad. Una puntuación alta en esta escala ha de ir seguida de una entrevista clínica independientemente del resultado obtenido en la escala de síntomas.

-Body Attitude Test (BAT)

Diseñado para evaluar la insatisfacción con el cuerpo: pensamientos emociones y actitudes hacia algunas características del cuerpo. Su punto de cote está en 35.

-Body Image Automatic Thoughts Questionnaire (BIATQ)

Evalúa los aspectos más cognitivos de la imagen corporal. Mide la frecuencia con la que aparecen pensamientos negativos o positivos sobre el cuerpo.

-Body Areas Satisfaction Scale (BASS)

Evalúa la satisfacción corporal a través de 10 características corporales y la valoración del cuerpo en general.

-Situational Inventory of Body-Image Dysphoria (SIBID)

Evalúa las reacciones de malestar e insatisfacción con el cuerpo.

-Appearance Schemas Inventoru (ASI)

Evalúa las creencias y la importancia que el sujeto les da sobre el aspecto físico.

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